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Esta semana se abrió la segunda fase en la adquisición de dominios .gal después de su presentación el pasado 25 de julio. A partir de ahora, cualquier empresa podrá solicitar un dominio puntogal. Este dominio designa cualquier contenido que esté escrito en gallego o que se refiera a cualquier aspecto de la comunidad. Esto quiere decir que cualquier página que esté escrita en el idioma de Galicia podrá acogerse al .gal, aunque sus contenidos se publiquen en la Patagonia; de la misma manera, muchas de las webs que ofrecen contenidos sobre cualquier aspecto de Galicia, o que estén centradas en la divulgación del conocimiento sobre la comunidad, podrán solicitar la terminación .gal para el nombre de sus dominios.
La primera fase, llamada Pioneiros, estuvo dirigida a que webs institucionales y páginas que han sido editadas siempre en gallego.
Ahora arrancan las fases “Abrente” y “Carreira” dirigidas a particulares y empresas. Los interesados en asegurar su dominio .gal pueden conseguirlo por un precio que oscila entre los 50 y los 170 euros al año, con lo que nos surge la pregunta:
¿Es realmente necesario para una web de empresa traducir sus contenidos a gallego sin retribución económica a la vista, por lo menos a corto plazo?
Respuesta corta: sí.
Respuesta larga: hay dos motivos principales por los que un destino, un negocio turístico, camping, restaurante u hotel deberían asegurarse de tener sus dominios puntogal. En primer lugar, por precaución: hay que asegurarse de que un avispado no nos pise nuestra marca y opere con ella, con el perjuicio que supone. En segundo lugar, hay que tener en cuenta que los principales clientes de los negocios turísticos gallegos son personas de la misma comunidad. No es raro suponer que sean gallego-parlantes así que siempre es positivo ofrecer contenidos en la lengua de tus clientes, que además también es la tuya.
Existe un tercer motivo que podríamos considerar “a medio plazo”: es positivo que a la hora de desarrollar un perfil propio en redes, los establecimientos turísticos dejen ver que el destino que venden tiene personalidad propia y que sus clientes llegarán a un lugar diferente, con costumbre y lengua propias.
Resumiendo: reclamar un dominio “puntogal” y dotarlo de contenido en gallego es un trabajo de mérito y promoción de nuestro camping, restaurante o destino y que este esfuerzo siempre es bienvenido para reforzar el prestigio en la Red y que asegura el control del nombre de nuestra marca.
Se abre entonces una segunda cuestión relativa a la fría medición de datos en Google: actualmente el principal motor de búsqueda no indexa contenido en gallego, así que cada esfuerzo por introducir contenido propio no tiene una contrapartida inmediata en reputación o posicionamiento; eso sí, si existe una respuesta positiva en el uso de este dominio, Google sí indexará el contenido en gallego.
Dado que “puntogal” es un dominio que clasifica por «lengua y cultura«, la web de tu negocio “puntogal” aparecerá antes en las búsquedas de los internautas que usen el navegador en gallego. Si nos dirigimos a un público local, parece lógico pensar que muchos usarán Google en su idioma propio así que el puntogal y el contenido en gallego te darán una ventaja si tu competidor inmediato no lo ha adquirido.
Así que sí optamos por el indexado como argumento a favor de introducir el puntogal en la página de un negocio turístico.
Una manera de medir el progreso de esta iniciativa en los negocios turísticos de la comunidad estará en el desarrollo de la fase “Aberta” que comenzará en diciembre. Aún no se saben los precios pero podríamos presuponer que serán menos de esos 170 euros anuales, sobre todo si tenemos en cuenta el caso de los .cat, en el que se bajaron los precios para ayudar a su implantación. Por cierto, Google ya indexa en catalán  ¿Les suena?


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