Fórum gastronómico coruña 2015

Hace casi una década, allá por el 2007, el que esto escribe se ganaba la vida como técnico en Turismo de Santiago. Por esa fecha, un grupo de gente en el que tuve la fortuna de participar, se puso a trabajar para que un proyecto como el Fórum Gastronómico tuviese una «parada» en Galicia. Bueno, más bien en Santiago, cuyo concello era mi empleador y ,además, es la ciudad en la que nací hace ya muchas muchas lunas –y lo dejamos ahí, si les parece bien–. Desde aquellas reuniones y proyectos, jamás pude imaginar que todo el proyecto y lo que lo rodea iba a llegar a ser lo que es. Ni en sueños podría haber imaginado que los acontecimientos se darían como sucedieron.

Hace ocho años ya, Santiago de Compostela no era un destino gastronómico, ni un territorio de referencia para gourmets. El perfil de la ciudad se ajustaba más al de destino turístico en el que los visitantes valoraban positivamente la oferta culinaria, sí, pero no porque la oferta específica fuese realmente propia, sino que estaba asociada al concepto más amplio y difuso de «gastronomía gallega«. La ciudad no contaba con productos propios, no es cuna de ninguna denominación de origen. No era un sitio de referencia para la cultura enogastronómica. Para poner algo de contexto a la situación que explico: en el plan estratégico de Turismo vigente entre 2002 y 2005 el turismo gastronómico no estaba incluido en el portfolio de productos turísticos de la ciudad, se enmarcaba en el turismo cultural.

Tuvo que salir un señor como Ferrán Adriá para que podamos decir: «¡Cómo cambió el cuento en tan poco tiempo, ¿a que sí?!»

Con la situación previa que les acabo de contar; con una situación en la que se partía «contra viento y marea», sin presupuesto pero llenos de muy buenas intenciones, un grupo de locos que andábamos por allí tuvimos la visión de crear un evento internacional que pusiese en valor a la ciudad en el campo de la gastronomía de vanguardia. Un evento profesional que supusiese una gran acción de city marketing para ubicar a Santiago de Compostela en el mapa de los destinos gastronómicos.

Fuese la casualidad o «foi Deus» como cantaba Amália Rodrigues, la verdad es que el primer Fórum fue un latigazo para la ciudad, que se puso la chaquetilla, el gorro y encendió las hornillas de los fogones que cocinaron un destino de turismo gastronómico en condiciones. A lo largo de estos años surgieron verdaderos talentos de la cocina que abrieron grandes restaurantes en la ciudad: sumados a los que ya existían (Marcelo, Toñi, etc) ahí están los excelsos Abastos 2.0, Curro da Parra, el talento de Lucía Freitas, el inigualable Pedro Roca con su restaurante de Galeras, el Mercadito y otros tantos que no incluyo por cuestión de espacio.

No solo fue la maestría en la cocina la que se despertó: una necesaria masa crítica de gourmets, gastrobloggers, foodies y aficionados a la buena mesa en general que fueron el soporte y el entusiasmo del fórum. Sin ellos, ninguna de las acciones que se emprendieron como parte de la nueva estrategia de destino basada en el turismo gastronómico hubiese tenido la repercusión que tuvo. Hablamos de «Santiago Repetirás«, una campaña de desestacionalización basada en la gastronomía; el «Santiago[é]Tapas» que llevó a otro nivel la humilde y compostelana tapa, el «Sabores de Pasión» que dio otro giro  a la Semana Santa…y tantas otras ideas que se quedaron en el tintero. La creatividad no fue nunca un problema. Eso sí, sin menoscabo a tantas y tan buenas acciones, el impulso que logró el Fórum Gastronómico es de otro tamaño pero le dio mayor credibilidad a todas ellas.

Ahora, que ya se han celebrado cinco forums en Galicia, los dos últimos en A Coruña, mantengo que no hay otra cita tan fuerte para promocionar a Galicia como destino gastronómico. Pese a quienes les pese, a pesar de que muchos participen pero no patrocinen; se paseen pero lo eviten para promocionar sus productos o simplemente lo critiquen porque sí, la verdad es que el Fórum Gastronómico aporta mucho más de que quita, pese a los fallos, críticas e inconvenientes que algunos le echan encima.

Nunca podré olvidar al amigo Pep Palau esforzándose por dar su primer discurso en gallego en la corte, dando una lección de credibilidad en lo nuestro, en la estima que tenía para dar relevancia a lo que hay en casa sin complejos: es necesario dar credibilidad al territorio, a sus cocineros, a sus productores. Sin ellos, sin un sector coherente y sin la evidente calidad de todo lo que se cultiva, cría o pesca en esta bendita comunidad, no habría Fórum ni por asomo.

El verdadero milagro que obró Palau fue organizar, siempre a contracorriente, un evento que promociona a nivel internacional a los cocineros y productores desde casa. Repito: desde casa. Es un matiz muy importante. Sacar lustre, lucir galas, promocionarse desde tu propia comunidad mientras se rompe la inercia centralista o «cosmopolita» de los cuatro lugares de siempre es una acción de promoción importantísima. Este eventó suministró nuevos contenidos a periodistas, marcó en rojo muchas fechas en los calendarios de foodies y acercó a la fachada atlántica a muchos que hasta entonces solo concebían algo así en las consabidas capitales.

Y si no quieren creerme, vayan y pregunten a  Solla, Marcelo, Olleros, Domínguez, Freitas,  Daporta, Sotelo, Cannas y tantos otros maestros de los fogones de Galicia qué es lo que sienten cuando comparten programa y protagonismo con chefs del prestigio de Adriá, Roca, Yamamoto, Paniego, Fukumoto, Rezepi, Morán o Guerrero. Cabe preguntarse si el protagonismo que alcanzaron los chefs de Galicia en citas como Madrid Fusión hubiese sido tanto si no hubiese un par de catalanes que les dieran tanto lustre y credibilidad en las palestras de su Fórum.

Fórum Gastronómico Coruña 2015

¿Quieren saber qué tal fue la edición de 2015? Pues desde un punto de vista personal, escribo que pasé tres días maravillosos en A Coruña. Acompañé a aquellas empresas que, de nuestra mano, creyeron en que hay que arriesgar para que haya eventos de este tamaño en Galicia. Disfruté de las parrillas, de encontrar a viejos amigos, de ver cómo algunos conciudadanos compostelanos se echaban las manos a la cabeza o ponían su mejor cara de poker al contemplar este evento a sesenta y cinco kilómetros de la capital. Sí, una parte de mí disfrutó al contemplar algunas envidias y arrepentimientos, o de reencontrar con críticos sempiternos que, eso sí, no se pierden ni una edición. Incluso para hablar mal hay que documentarse y eso uno lo aprecia. Cosas de la vida!!.

Me enorgulleció estar en un evento en el que la accesibilidad es un valor fundamental: este año se contó con traductoras de Lengua de Signos y no hubo escalones ni otros obstáculos en el recinto. Comprobé, una vez más, que los cocineros son las nuevas rock stars de nuestros días y que mueven a cantidad de chicos y chicas que aspiran a ser grandes de la cocina algún día. Fue increíble comprobar cómo cada pequeño rincón de nuestro maravilloso país se está esforzando por dar una nueva cara y reivindicar su valor y su atractivo, aunque se parta de una situación con algo de desventaja. Y, porqué no decirlo, me alegró ver a un presidente de la Xunta por primera vez en cinco ediciones.

Pero lo mejor, la cifra de asistentes: 23.000 personas que dejaron su huella en el Fórum Gastronómico porque al final, sin ellos nada tiene sentido.

Porque la realidad es esta: la feria creció un 40% con respecto a la anterior edición, aportó una novedad que fue un exitazo, como el cook trend y se convierte en un evento que no deja de crecer, y viendo la media de edad de los asistentes, parece tener el futuro asegurado. ¿Es agotador? No lo saben bien ¿Afecta al cuerpo? Ya les digo que cultivo unas canas de lo más estilosas ¿Es costoso? Por supuesto, eso no se puede negar. Pero no cambiaría ni un solo día que he dedicado a trabajar por este evento y defenderé siempre su rentabilidad frente a los que prefieren mirar hacia otro lado. Quizás algunos prefieran ferias que no furrulan, a las que no va la gente pero que tiene un mejor precio, menor gasto pero y el retorno?.

¿Gasto o inversión? Ustedes elijan.

Siempre estaré con el Forum, se haga donde se haga . Siempre, para bien o para mal, en las condiciones que sean. Estaré como testigo de cargo de una realidad: que por poco que fuese, aporté mi esfuerzo para que Galicia no se perdiese un evento así. Quizás en una sexta edición, o séptima, o décima, algunos se acabarán de dar por enterados y recuperaremos los patrocinios perdidos, las colaboraciones ausentes o la presencia comercial necesaria en un evento que se lo merece. Y aprovecho para recordar la gratitud debida a Pep&Jaume y a todo su equipo, con especial mención  a Trevisani, su socio gallego, que arriesgan su marca y sus negocios para que Galicia no se pierda el Forum . Y sé de lo que hablo.

Hay que creerse que somos la envidia de muchos otros destinos a los que ya les gustaría hacer algo así en sus territorios, que este evento lo han intentado hacer muchos y se han quedado por el camino. El Fórum sigue y con mucha salud.

Corresponde a otros escribir la crónica del Forum 2015, sobre lo que vieron, degustaron y experimentaron. El que aquí escribe reconoce que ellos son más expertos y aquí solo va la visión sincera a vista de pájaro, que compartimos humildemente con todos ustedes.

Que la disfruten.


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